Archive for ‘Muerte’

febrero 20, 2011

Muerte, filosofía, esperanza

La reflexión sobre la muerte es imprescindible. Hay una paradoja que resolver. Lo decían los estoicos, lo dice el budismo. Está en el esoterismo, está en el arte, está en la poesía. Abundan las citas. Dice Neruda:

«Hay cementerios solos,
tumbas llenas de huesos sin sonido,
el corazón pasando un túnel
oscuro, oscuro, oscuro»

Y Espronceda,

«En mi la ciencia enmudece,
en mi concluye la duda
y árida, clara, desnuda,
enseño yo la verdad»

Esa verdad oculta, recóndita, simple, que plantea el misterio, que deseamos no ver, hemos de afrontarla. Meditemos sobre nuestro funeral, como dice Saraydarian, hagámoslo sin miedo, sin tapujos, con realismo.

En todo éste proceso, en ese túnel oscuro, hay una luz al final. La preparación es difícil, pero no imposible. La doctora Kübler-Ross, describió un modelo en esa última etapa. Por eso he puesto en el título la palabra esperanza, ¿acaso no es el mejor consuelo?

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febrero 14, 2011

Los exilios de la muerte

Afrontar el tránsito de nuestras formas humanas es tal vez el mayor de los misterios que tenemos que resolver. Por un lado tenemos las creencias religiosas, variadas y mutantes según el tiempo y el lugar. Por otro tenemos las creencias sociales predominantes en nuestro entorno, bien sea de familia, grupo o sociedad, en las que vivamos o hayamos vivido y que nos hayan impregnado. Y por otro, las propias, según las hayamos desarrollado en el fruir de nuestras reflexiones, lecturas, experiencias o meditaciones.

Llegamos a un punto donde todo es duda. La primera fase. Podemos huir, refugiarnos en un valor «seguro», o simplemente afrontarlo. La segunda fase. Tendremos o bien el olvido y dolor posterior, un consuelo permanente pero inseguro, o el agobio de nuestra fragilidad. Por supuesto, la tercera fase será para los que optemos por ésta última opción. No es fácil. No hay más respuestas que las que nos demos y encontremos, si las encontramos.

Solo puedo deciros que tal vez todo sea mover, fluir, rehacer, caminar, seguir existiendo. Todo es cambio, somos mutables. Esto es lo único seguro.

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septiembre 17, 2010

Epitafios

Como tantas otras cosas relacionadas con la muerte, los epitafios son mensajes a los vivos. Lo mismo podríamos decir de las ceremonias mortuorias, de las veladas, o de los diversos ritos funerarios que hay en el planeta.

Abordar el tema de la muerte es abordar el tema de la existencia. Del porqué y para qué vivimos. Recordar un día a los muertos es una manera de tenerlo presente. En un post anterior tomaba prestada la voz de un monje. Hoy tomo la de una poesía.

Oí hablar de este poema tiempo atrás, y lo volví a recordar el otro día en una serie de televisión. La autora se llama Mary Elizabeth Frye. Lo he sabido gracias a la wikipedia. De hecho antes pensaba que era anónimo. Pero no es así. Os pongo una buena traducción :

No te pares junto a mi tumba y llores.
Yo no estoy allí. No estoy dormido.

Soy el millar de vientos que soplan.
Soy el diamante que brilla en la nieve
Soy la luz del sol sobre el trigo maduro.

Soy la suave lluvia de otoño
Cuando despiertas en la quietud de la mañana,
Soy el rumor de las alas de los pájaros
que vuelan rápida y silenciosamente en círculos.
Soy las estrellas tenues que brillan por la noche.

No te pares junto a mi tumba y llores.
No estoy allí. No he muerto

noviembre 14, 2009

Representaciones de la Muerte (III)

La persepectiva antroplógica es fascinante. Hace tiempo leí un libro de Edgar Morin, un conocido pensador francés, titulado El hombre y la muerte me llamó la atención cómo abordaba sin tapujos todo tipo de creencias, incluidas el espiritismo, desde las sociedades arcaicas hasta las actuales; en su planteamiento la conciencia de la muerte lleva a elaborar un rechazo de la misma, y así aparecen las ideas de
resurrección y de inmortalidad, que según él llevan a dos mitos principales, el de la supervivencia del doble y el de la muerte como renacimiento.

El rechazo se ha plasmado en conceptos como sueño, viaje, entrada en la residencia de los antepasados, y el del doble en los de espectro corporal, sombra, fantasma, etc. Aquí sigue una larga discusión antropológica y biológica, sobre las prácticas asociadas al horror del cadáver, cremación, canibalismo, embalsamamiento, entierro alejado, etc. y el significado y contradicción que lleva todo el proceso.

Pero lo que os quiero contar, tiene que ver con dos ideas, en parte que me comen el coco desde que lo leí, el tema de la relación del individuo con la especie, y la supervivencia de ésta como realidad, y la pérdida de la individualidad.

Creo que al final dice algo así, «sobrevivimos en los otros», es decir nuestra surpevivencia se traslada a lo común, a lo global, al conjunto, a la idea de que la humanidad es la que sigue, de que somos todos parte de un mismo todo, de la hermandad que nos une, aunque tal vez sea desde una perspectiva más filosófica, me gusta bastante.

En cambio la otra idea, la de la pérdida de la individualidad humana, la de la desaparición del yo, del individuo que soy yo, que en el fondo es lo que causa el miedo, el trastorno, el trauma de la muerte y que hunde sus raices profundas en el ser, que nos hace pensar o buscar o creer en la inmortalidad, aún le estoy dando vueltas, y lo dejo para el siguiente apunte.

noviembre 6, 2009

Representaciones sobre la Muerte (II)

Si hay algún pueblo o cultura donde las representaciones sobre la Muerte tengan su punto culminante, es sin duda en el Antiguo Egipto. Nos ha legado un gran bagaje cultural sobre la vida después de la muerte, desde El Libro de los Muertos hasta las técnicas de momificación, pasando por los monumentos funerarios. Creo que es significativo que ya tantos miles de años atrás, en el ser humano la cuestión de la muerte tuviera tanta trascendencia e implicación.

De la antiguedad también nos viene la idea de la metempsicosis, o transmigración o reencarnación. Aquí, como ya sabeís, partimos de la creencia en la supervivencia a la muerte de la conciencia individual, o alma o espíritu, con las diversas connotaciones que éstos conceptos tienen. Pero hoy en día, la filosofía de la mente cuestiona que el yo se pueda diferenciar del cerebro; es un tema interesante ya que entonces el concepto de individuo ¿está vinculado a un complejo bioquímico?, si es así, la pregunta que habría que hacernos es ¿qué sobrevive a la muerte?. ¿Nuestros recuerdos?, ¿qué recuerdos?, ¿los que hoy ya hemos olvidado?. ¿Los sentimientos?, ¿qué sentimientos?, ¿los de la infancia, los de la adolescencia, los de la vejez?. Creo que veís adonde quiero ir a parar.

La idea cristiana de la resurrección es todavía más complicada, ¿hablamos de un hecho físico?, ¿hablamos de un hecho real?, como me dijo un teólogo una vez, no todo lo real es físico, pero entonces la resurrección no sería como la imaginamos, y seria algo mas convergente hacia una transmigración.

Seguiré otro día, que el tema es complejo

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octubre 29, 2009

Representaciones sobre la muerte (I)

Cuando llega la festividad del 1 de noviembre, la imagen típica de nuestros pueblos y ciudades es la de los cementerios a rebosar de gente en recuerdo de los familiares fallecidos. En nuestra tradición cristiana, al parecer el tema viene del siglo XIV cuando se oficializa esa conmemoración; pero que ya con anterioridad, se había iniciado por allá el año 990 en la abadía de Cluny. El tema de recordar a los muertos, sin embargo, acompaña al hombre desde sus orígenes.

El otro día visitamos el cementerio del Poble Nou en Barcelona, en una ruta nocturna muy bien ambientada con música, velas, y explicaciones históricas. Había un apartado específico a la foma que tienen en Méjico de commemorar los difuntos; y me gustó el enfoque alegre sobre la muerte que nos contó un mejicano, en contraste con el más serio y triste que tenemos aquí.

Pero hay un tema que os quiero contar, se trata de la historia del Santet del Poble Nou, llamado en vida Francesc Canals; historia de la que se han hecho eco algunos medios. Se trata de una singular veneración popular a una persona, de cuya historicidad se tienen dudas, al margen de la iglesia y de la religión oficial. Nos contaron que murió tratando de salvar a varias personas de un incendio; y desde que se le enterró, se han producido hechos milagrosos en su entorno. Si veís las fotos, su nicho está lleno de peticiones que realiza la gente; y a su alrededor, se han ido dejando los nichos vacíos, ya que de forma espontánea y anónima se fueron dejando objetos, tipo exvotos y similares, en agradecimiento de los favores que a través suyo se conceden. A través de una pequeña hendidura la gente deja sus peticiones en pedazos de papel que introduce dentro de la tumba; además según la creencia popular hay que hacer el recorrido en un sentido, para no darle nunca la espalda.

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