La Universidad de Missouri publicó el pasado día 29 los resultados de un estudio que relaciona la práctica de mindfulness con la recuperación del tratamiento del cáncer de mama. Aunque el pronóstico del mismo ha mejorado mucho, según la Sociedad Americana de Cáncer, las pacientes sufren otros trastornos posteriores que pueden dañar su recuperación, como la depresión, que según los datos publicados puede llegar a afectar a la mitad de las mismas.
El estudio realizado por investigadores de la Sinclair School of Nursing asegura que mediante la práctica del programa MBSR, creado por Jon Kabat-Zin, las pacientes consiguen mejorar su bienestar emocional y físico. Aplicaron el dicho programa en sesiones grupales durante un período de ocho a diez semanas, no solo con las prácticas de meditación, sino que las combinaron con análisis de la respuesta al estrés y el aprendizaje de técnicas de control y afrontamiento de éste. Según afirman los autores, la práctica de mindfulness contribuyó a reducir la tensión arterial y el ritmo cardíaco y respiratorio de las practicantes, y a mejorar el estado anímico y emocional de las mismas, lo que les ayudó mucho en la recuperación posterior.
Con las precauciones que ya he comentado en otras ocasiones, me alegra mucho la noticia y que se promuevan este tipo de estudios, que confirman lo que la mayoría de nosotros pensamos.