Cada día al despertar, la Vida nos tiende la mano, nos ofrece un regalo. Si somos conscientes de ello, sentiremos esa alegría de Vivir. Sentir el momento presente en toda su plenitud es una fuente de alegría y motivación. Nos recuerda que la Felicidad está Aquí y Ahora.
Dice Thich Naht Hanh,
«Si amamos la vida intensamente, ¿hay algo mejor que empezar el día con una sonrisa?»
Pensémoslo. Seamos conscientes.
Los actos sencillos, los actos cotidianos, son los que nos pueden transformar. La Atención Plena, esa práctica milenaria, nos lo recuerda.
¿Cómo hacerlo? Es muy sencillo. Sintamos el aire. Respiremos. Saludemos al sol, a la luz del día, al crepúsculo, o si aún es de noche, a las estrellas, a la luna. Diez segundos. Y sonríamos a la Vida. Es la mejor forma de comenzar la mañana.